domingo, 27 de octubre de 2013



Este era un guepardo muy veloz,
tan veloz que era más veloz que su sombra.
Un día iba tan rápido tras una gacela
que la sombra del guepardo se quedó rezagada.
El guepardo y su sombra jamás se reencontraron.
Días más tarde, en la sabana fue vista una gacela sin sombra.
Eso fue porque las sombras de guepardo cazan sombras de gacela.

"Para CrisÁlida"